El paso de Víctor Ullate por el Ballet del Siglo XX dejó una clara influencia en el coreógrafo y, por tanto, en el repertorio presentado durante el periodo de su dirección. Del total de las 25 coreografías presentadas, 19 son de coreógrafos relacionados con el núcleo de la compañía de Béjart y de esas 19, cuatro del propio Maurice Béjart.

En declaraciones hechas por Víctor Ullate a los medios de comunicación con motivo de la presentación del primer programa de la compañía, señala que optó por el estilo contemporáneo, debido a la falta de tiempo para la preparación de los bailarines y para la homogeneización del conjunto, necesario todo ello para abordar un ballet del repertorio clásico. No obstante, la preparación de los bailarines se apoyó en la técnica de la danza académica y en las coreografías se utilizó la zapatilla de punta en el caso de las bailarinas¹. En las siguientes temporadas se siguió la misma línea.

Cabe destacar la búsqueda de Víctor Ullate, como coreógrafo, de una “españolización”, utilizando música de compositores españoles como J. Turina, I. Albéniz, E. Halffter y F. Sor y tratando, en algunas de las coreografías, de realizar una síntesis entre la danza académica y la danza popular española².

La última coreografía presentada bajo su dirección y creada por él mismo, El Madrid de Chueca con temática y música españolas, hace un homenaje a Federico Chueca, compositor de zarzuelas, conjugando así la danza académica con este género musical³.